Helen Keller y Polly Thomson Julio 1953
Recepción de la UNAM en el Anfiteatro de San Ildenfonso.
Recepción en el IMAL con el más pequeño.
No podían faltar las flores.
Y tampoco su cariño
Representantes de la Embajada Americana
Con la Comunidad del IMAL
Recibiendo una moneda mexicana de plata fechada en el año de su nacimiento con esta dedicatoria “y en ese año nos diste la luz de la esperanza” y un poema.
EL INSTITUTO MEXICANO DE LA AUDICIÓN Y EL LENGUAJE A HELEN KELLER CON PROFUNDA GRATITUD POR SU VISITA.
La luz estaba dentro.
Y el sonido.
Por eso aquel milagro tomó cuerpo. Por eso eres prodigio.
Azul el firmamento,
No te ha dicho
lo que ese azul-dulzura, del que has hecho color de tu destino.
Rojo el vibrar del fuego,
no ha podido
encender como tú, los pensamientos de aquéllos que te han visto.
Verdor que sabe a incienso bajo el trigo…
No fue primavera. Tu misterio de dar es más florido.
Paz. Dolor. Blanco y negro. Sacrificio.
Serenidad que todos no tuvieron, la tuviste al unirlos.
Color: sigues durmiendo.
Ya te ha visto
quien escogió la vida como lienzo
y por pincel, un símbolo.
¡Sonoridad del eco!
Risco a risco…
¡Donde llega el saltar de pecho a pecho tu voz, mensaje bíblico!
Campana: vives sueños
de suplicio
cuando intentas latir como su ejemplo, bronce y virtud en brillo.
Si entrelazando arpegios
se ha vestido
la armonía del mundo, con tu gesto ella es túnica en ritmo.
Sigue vida, en silencio.
Ya te ha oído
quien para pentagrama escogió al viento y por tono un suspiro.
Luz. Luz que llevas dentro.
Y el sonido…
Dos milagros en uno en Tí se han hecho. Tú y desde ti, prodigio.
Dr. Pedro Berruecos Téllez México,
junio 19 del año 1953.